La salud no lo es todo, pero sin ella todo lo demás es nada, decía el filósofo alemán Schopenhauer y nosotros estamos totalmente de acuerdo con él. La salud es lo más valioso que poseemos y una de las formas que tenemos de protegerla es mantener una alimentación saludable. Somos lo que comemos y hay un alimento que casi todos consumimos a diario en diversas formas: el aceite. Pero, ¡ojo! No siempre elegimos los aceites más sanos y, a veces sin querer, podemos estar empeorando nuestra salud consumiendo aceites de baja calidad. Hoy en día podemos encontrar una variedad casi infinita de aceites de oliva en el mercado, aunque sin duda la corona la sigue llevando el aceite de oliva virgen extra.
España es un gran consumidor de aceite de oliva. De hecho, es el segundo a nivel mundial precedido únicamente por Grecia, otro de los grandes productores de aceite de oliva del planeta junto a España e Italia.
Sin embargo, llama poderosamente la atención observar cómo más del 50 % del aceite de oliva que se consume en nuestro país es refinado. El porcentaje restante se divide entre el aceite de oliva virgen en su mayoría y en una pequeña proporción de aceite de oliva virgen extra.
En este artículo queremos darte a conocer el verdadero valor del aceite de oliva virgen extra de almazara como el que producimos en Calanda y por qué comprar este producto es una verdadera inversión en salud.
El aceite de oliva virgen extra es el zumo que se extrae de la aceituna en la primera prensada a través de procedimientos mecánicos sin intervención de procesos de extracción química o refinado.
Para que tenga la consideración de “virgen extra” debe tener un nivel de acidez no superior a 0, 8º, una mediana de atributo frutado superior a 0 y una mediana del defecto igual a 0. El primer dato se debe medir en un laboratorio ya que es de carácter químico y los dos últimos, referentes al sabor y al aroma, se obtienen tras un panel de cata de la aceituna.
Podríamos definir al aceite de oliva virgen extra (AOVE) como el rey de los aceites de oliva, el que por sus cualidades se considera más puro y natural.
En España se cultivan más de 2,5 millones de hectáreas de olivo, de las cuales alrededor de 60.000 se encuentran en Aragón y 15.000 de ellas en la comarca turolense del Bajo Aragón.
Este territorio con clima mediterráneo de matiz continental se caracteriza por temperaturas extremas y escasez de lluvia. Estas condiciones nos permiten cultivar olivos centenarios y una aceituna empeltre de gran calidad de la que extraemos el aceite de oliva virgen extra D. O. Bajo Aragón.
Si tuviéramos que definir este aceite en tres palabras serían: sabor, color y salud. Es un aceite de tonos dorados muy agradable al paladar, afrutado y suave, que recuerda el aroma del olivo en todo su esplendor.
Ahora ya sabes que el aceite de oliva virgen extra es un producto premium ya que es el zumo puro de la aceituna en su primer prensado. La diferencia con el aceite de oliva común es claro y es que éste último está refinado mediante procesos químicos a partir de los orujos del aceite (restos que permanecen en la pulpa de la aceituna una vez que ha finalizado la extracción mecánica).
Este aceite refinado se mezcla con aceite de oliva virgen y virgen extra. La calidad del aceite es muy inferior ya que se reducen la cantidad de vitaminas y nutrientes como ácido oleico (con sus consiguientes bondades para la salud es escaso).
Para que no te la jueguen cuando vayas a comprar aceite de oliva virgen extra, debes fijarte con atención en las etiquetas del envase. Ésta debe indicar “aceite de oliva de categoría superior obtenido directamente de aceitunas y sólo mediante procedimientos mecánicos”.
Si en la etiqueta del aceite lees los términos “refinado” y “orujo” significa que estás ante un aceite de peor calidad extraído mediante tratamientos químicos.
Los efectos positivos del aceite de oliva virgen extra en el cuerpo humano son conocidos desde la Antigüedad. En la actualidad han quedado demostrados a través de cientos de estudios científicos.
Vamos a ver por qué es bueno consumir aceite de oliva virgen extra:
• Reduce los riesgos cardiovasculares protegiendo al corazón. El aceite está cargado de polifenoles con propiedades antiinflamatorias y antitrombóticas. Además, el ácido oleico ayuda a reducir los niveles de colesterol malo en sangre. Así lo ha puesto de manifiesto la FEC (Fundación Española del Corazón).
• Una dieta rica en aceite de oliva virgen extra también ayuda a mejorar la salud intestinal modulando la microbiota que habita en nuestro aparato digestivo, según un estudio de la Universidad de Jaén publicado en la revista Plos One.
• La piel es otro de esos órganos agradecidos con el aceite de oliva virgen extra gracias a los altos niveles de vitaminas A, K y E. Ayuda a hidratar y a regenerar las células cuando lo aplicamos directamente sobre la piel. Cuando lo consumimos, potenciamos la elasticidad natural de la piel.
• Las articulaciones también se benefician de los efectos positivos del aceite de oliva virgen extra disminuyendo su inflamación y previniendo la artritis reumatoide.
• El consumo de AOVE reduce los riesgos de sufrir diabetes tipo II al reducir los niveles de glucosa en sangre.
• El aceite de oliva virgen extra contiene propiedades antibacterianas y ya se está estudiando su uso como alternativa a antibióticos comunes.
• Las funciones cognitivas y la memoria también pueden verse beneficiadas por el consumo de AOVE frenando el deterioro mental. Así lo señala esta interesante noticia respaldada por un estudio científico de la Universidad de Temple en Filadelfia.
Hacer la compra online es una tendencia en alza, que se aceleró a raíz del confinamiento provocado por la crisis del Covid-19. A través del canal digital puedes comprar todo tipo de productos. También el aceite de oliva de calidad como el que elaboramos y suministramos desde Marchenica al resto del mundo.
Nuestra pasión por el aceite es centenaria. Comenzamos a elaborarlo en 1899 y durante más de 100 años hemos perfeccionado la técnica hasta dar con uno de los mejores aceites de oliva virgen extra de España: el del Bajo Aragón.
Pero en Marchenica no solo fabricamos, sino que también cultivamos los olivos. Una vez que recogemos el fruto, lo llevamos hasta nuestra propia almazara situada en Calanda, un pequeño pueblo de la provincia de Teruel. Aquí lo molturamos (trituramos) para extraer ese zumo premium de la aceituna. Todo el proceso de extracción se lleva a cabo en frío para conservar todas las propiedades organolépticas del aceite.
El resultado es un aceite de oliva virgen extra de almazara D. O. del Bajo Aragón de sabor suave y afrutado. Un aceite erfecto para elaborar tus alimentos y tomar en crudo (la mejor forma de conservar sus propiedades saludables). Y, por supuesto, listo para cuidar de ti y de los tuyos por dentro y por fuera.
Puedes comprar tu aceite de oliva virgen extra de la almazara a tu mesa sin salir de casa directamente por Internet. Está disponible en tres formatos: 5 litros, 500 ml. y 250 ml. para que escojas el que más se adapte a tus necesidades.